miércoles, 13 de enero de 2016

Snaks que sí puedes comer en la oficina

Seguramente en el trabajo sientes un poco de hambre, lo malo es recurrir a la máquina de golosinas de la oficina o a la tiendita más cercana para saciar tu antojo. Por ello, te presentamos algunos consejos para tomar un snack saludable que te permita seguir trabajando y mantener tu salud en niveles óptimos:

1. Fruta. Además de ser una de las mejores opciones, la fruta es práctica, no necesita refrigeración y aporta vitaminas, minerales, fibra y agua. Frutas como manzanas, peras, guayabas y uvas, sólo debes lavarlas y llevarlas al trabajo. En el caso de frutas como la sandía, la papaya o la piña, si no hay tiempo de cortarlas en la mañana, se pueden preparar desde la noche y mantenerse en recipiente listo  para llevarlo al trabajo.

2. Alimentos con fibra. Además de las frutas, las verduras y los cereales integrales aportan fibra. El refrigerio es un buen momento para consumir verduras crudas debido a que, al igual que las frutas, no requieren refrigeración y su preparación es muy sencilla. Se pueden comer zanahorias, jícamas, pepinos o apio; incluso, preparar una pequeña ensalada o si así se desea, llevar un recipiente con verduras cocidas (frías pueden ser un refrigerio delicioso).

En cuanto a los cereales, se puede elegir galletas, panes, barras de cereal o cereales para el desayuno con un buen contenido de fibra. Es importante revisar en la tabla nutrimental que por cada porción contenga al menos 2.5 gramos de fibra. 



3. Comer proteína. Para completar el refrigerio, de acuerdo a lo establecido en el Plato del Bien Comer, es necesario consumir algún alimento que contenga proteína. Aquí podemos elegir desde un yogurt, leche, queso (de preferencia quesos frescos bajos en grasa como el panela), o nueces y semillas como pistaches, pepitas, cacahuates, almendras, etc.  Estos alimentos además de aportar proteínas, proporcionan grasas saludables, por lo que son una excelente opción para el refrigerio.

Se recomienda consumir el refrigerio 3 o 4 horas después de haber consumido alguna comida principal. También vale la pena mencionar que los refrigerios se deben ingerir incluso cuando no se tenga tanta hambre, ya que este momento es justo el ideal para recargar energía y mantener los niveles de glucosa en sangre estables.

Destinar 15 minutos del día a la planeación y preparación de los refrigerios, es un hábito que deberá reforzarse hasta que simplemente forme parte de la vida diaria.

Por último, no olvides tomar agua mientras trabajas, esto hará que el intestino funcione mejor y te mantengas bien hidratado durante todo el día.