miércoles, 25 de noviembre de 2015

Cómo equilibrar tu vida online con tu trabajo




Internet de ha convertido en una de las mejores herramientas para trabajar, comunicarnos, entretener y por qué no, pasar nuestros tiempos de ocio. Pero… ¿Has llegado al grado que ya no puedes equilibrar tu vida social con el trabajo? La mayoría de los Godinez invierte más tiempo en estar al tanto de su celular que de terminar ese reporte que ya lleva 3 días en su escritorio.

Según un estudio de la Asociación Mexicana de Internet (Amipci) en 2015, en México se prioriza el uso de internet para redes sociales, pues es el principal motivo de los mexicanos para entrar a la web (85%), frente a 65% que envía y recibe correos electrónicos con fines laborales. 

Esta preferencia por la tecnología ya muestra sus efectos nocivos en un número considerable de mexicanos, pues están más al pendiente de sus notificaciones que el nuevo correo del jefe.

Si eres de esas personas que se sienten culpables por pasar demasiado tiempo en Facebook, al pendiente del timeline en Twitter o en otras redes sociales, te tenemos una buena noticia: existe una razón biológica para ello.

El placer de buscar

El cerebro genera dopamina ante el placer de buscar. Antes de internet, el ser humano generaba esta sustancia, por ejemplo, cuando cambiaba de canales en la televisión (zapping), pero ahora lo hace al perderse en la línea del tiempo de Twitter o Facebook, y esa búsqueda lo agota, no porque las personas realicen muchas actividades, sino por el cambio de una tarea a otra, explica en entrevista Rodrigo Álvarez, gerente de desarrollo de negocio en Genexus, firma desarrolladora de software.
El sistema opioide es el que se encarga de decirle al cerebro que pare de buscar, pero es más débil que la dopamina. “Ésa es la razón por la que te pasas horas en las redes sociales.” 

¿Cómo ser más productivo sin dejar tu vida online?

Álvarez y García de la Oca proponen algunos puntos para disminuir los riesgos de la hiperconectividad. Descubre 10 a continuación:

1. Desactiva las notificaciones. No tengas miedo de hacerlo. Las notificaciones, aunque son un “veneno hermoso” que muchas veces ayuda, otras te mata. Hoy, la tecnología permite elegir qué notificaciones quieres recibir y cuáles no. Por ejemplo, puedes empezar con bloquear las notificaciones después de las 10:00 de la noche o los avisos sobre comentarios en tu perfil de Facebook.

2. Determina en qué plataforma no debes estar. No todas las redes sociales y plataformas digitales te benefician. Por tanto, elige cuáles son indispensables para realizar tus labores cotidianas y cuáles revisas por ocio.

3. Aprende a tomar distancia. Esto significa que dejes el teléfono cuando salgas a relajarte, vence la nomofobia (miedo a estar lejos de tu smartphone). Para contrarrestar este temor, puedes salir a caminar. Esa sensación de urgencia por revisar el teléfono, hasta hace una década, no existía… y sobrevivías.

4. Sé claro y resolutivo en tus respuestas. De esta forma evitarás que los mensajes y correos electrónicos regresen varias veces y pierdas tiempo entre aclaraciones que pudiste ahorrarte desde el inicio.

5. Anota tus pensamientos, no los publiques. Muchas veces viene a tu cabeza alguna idea que genera esa necesidad que te quema por dentro para expresarla. ¿Qué haces? La pones en las redes sociales. Pero esa idea no es para internet, sino para ti. Sustituye Twitter o Facebook por una libreta en la que anotes tus ocurrencias e ideas y después consúltalas.



6. Define zonas offline. Asigna una habitación o lugar de la oficina (o incluso de tu casa) en el que no se use conexión a internet. Otro método puede ser un horario sin internet, a la hora de la comida, por ejemplo. Definir estas reglas te ayudará a disminuir la dependencia a un aparato electrónico.

7. Mantén el foco sobre lo que es realmente importante y necesario atender en la oficina, y distingue entre lo que es crítico de lo que no es primordial en ese momento.

8. Delega los mensajes y peticiones que tienen que ser resueltos por alguien más. Hay ocasiones en que interpretas como una falla profesional pasar labores y funciones de otros compañeros ante el miedo a parecer ineficiente en materia tecnológica, pero al asumir responsabilidades ajenas puedes descuidar las tuyas.

9. Conversa más. En la plática uno a uno surgen múltiples ideas que te estás perdiendo, pues es más fácil enviar un correo electrónico, que es una actividad sincrónica, porque no sabes cuándo lo van a leer, pero tienes la confianza de que lo harán. En lugar de enviarlo, camina cuatro pasos y conversa con ese compañero de trabajo o familiar. No te quedes sólo con los medios de comunicación electrónicos.

10. Hazte preguntas. No necesariamente cuestiones existenciales, pero puede ser saludable para tu desarrollo profesional y personal que hagas preguntas con cierta profundidad y busques respuestas más allá de internet, como un libro o un testimonio presencial. Eso te obligará a buscar el espacio fuera de la red.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Características de una persona exitosa





1. Ellos trabajan muy duro diariamente.
Se levantan muy temprano, rara vez se quejan por tener que hacerlo. Esperan que los demás rindan en sus tareas de la misma manera que ellos dan todo de sí mismos. Este tipo de éxito se basa en que reconocen que el trabajo duro siempre da sus frutos.

2. Son personas muy curiosas y tienen muchas ganas de aprender.

Ellas estudian sobre lo que están desarrollando, hacen preguntas y leen constantemente para estar informados. Un punto a tener en cuenta, es que la mayoría de ellos, tuvieron muy buenas calificaciones en la universidad, pero la diferencia es que aplican sus conocimientos o le sacan provecho a lo que han aprendido. El éxito para sostenerlo en el tiempo, no se trata de memorizar los datos, sino que se trata de ser capaz de analizar la información para luego crear, construir o aplicarla de manera innovativa. La gente exitosa quiere todo el tiempo aprender sobre todo lo que está a su alrededor.

3. Saben establecer buenas relaciones con la gente.
Saben que hay diferentes clases de personas y que no a todas se las puede tratar de la misma forma, se adaptan a las distintas posturas del comportamiento ajeno. Saben escuchar a sus amigos, vecinos, compañeros de trabajo y hasta los camareros. Ellos no necesitan ser el “centro de la fiesta”, son personas que adoptan una postura silenciosa e incluso pueden ser tímidos, pero la gente valora su compañía. Las personas con éxito tienen un gran valor por la amistad y generan buenas relaciones humanas.

4. Ellos trabajan sobre sí mismos para no convertirse en personas arrogantes.
El éxito de estas personas se basa en su personalidad, en sus habilidades de liderazgo, su capacidad de gestión y con cada uno de los detalles de su vida diaria. Cuando en una relación de trabajo o en un negocio algo sale mal, ellos asumen que pueden aprender de esa situación y esperan hacerlo mejor la próxima vez. La gente exitosa no tolera los defectos, toma una actitud de buscar siempre una solución.

5. Son personas que tienen una capacidad creativa extraordinaria.
La postura es ¿Por qué no? Siempre ven nuevas posibilidades de crecimiento, nuevas oportunidades y a los desafíos no los ven como un problema o una limitación. Se levantan a media noche gritando ¡ya tengo la solución! Piden consejos cuando algo les molesta, prueban nuevas cosas, consultan con los expertos o con los especialistas en la materia en la cual se están desenvolviendo. Siempre buscan una mejor y rápida solución. La gente con éxito crea cosas todo el tiempo..

 
6. Son autosuficientes y asumen la responsabilidad por sus actos.
La gente con éxito, increíblemente no se preocupa por la culpa, no pierde el tiempo quejándose por lo que le toca vivir en ese momento. Toman decisiones rápidas y siguen adelante. A veces les critican por tomar decisiones extremas, pero para alcanzar el éxito, hay veces que se necesita tomar la iniciativa y aceptar la responsabilidad que acarreo esto.

7. Generalmente se ven a estas personas con una postura relajada y mantienen su perspectiva.
Cuando están pasando por una situación de estrés o de crisis emocional, tratan de mantener su equilibrio energético, valorando las oportunidades que se les presentan. Tienen buen humor y paciencia. Rara vez entran en pánico o toman decisiones de manera impulsiva. Realizan preguntas correctas en el momento oportuno. Saben tomar decisiones aún en situaciones críticas.

8. Estas personas saben vivir el presente.

Para ellos solo cuenta el “ahora”, es la única postura que tienen en sus mentes. Miran a los demás a los ojos, escuchan lo que están diciendo, disfrutan de una comida con amigos o compañeros, saben apreciar la buena música o también pueden jugar con los niños. Nunca están apresurados, aprovechan al máximo cada día de sus vidas. La gente con éxito no pierde el tiempo. Lo utilizan en su beneficio.

9. Tienen una actitud de “mirar por encima del horizonte” para apreciar el futuro.
Observan las tendencias actuales para que los cambios no los tomen por sorpresa y escuchan las diferentes posturas del pensamiento ajeno. Viven el presente con la mirada hacia el futuro.

10. En las diferentes situaciones que se les presentan saben reaccionar al instante.
Cuando una inversión no da sus frutos, saben vender a tiempo. Si ven una buena oportunidad, la aprovechan. Si una relación importante se está enfriando, se toman un tiempo para renovarla. Cuando la tecnología, un nuevo competidor o hay una situación económica difícil, realizan los ajustes necesarios para que todo vuelva a su cauce normal.

Cuando todos estos rasgos de las personas con éxito se combinan, se adquiere una gran ventaja frente a los demás individuos. Para ser exitoso hay que modificar ciertos hábitos, como puede ser, convertirse en un estudiante insaciable y responder con sabiduría a los cambios que se producen en el trabajo o en la vida.

Se debe establecer relaciones personales con lazos fuertes y asesorarse cuando la situación lo aconseja. Estos rasgos son generales, siempre se debe aprender a superarse como persona, controlando las emociones y ejercer un liderazgo dentro del ámbito donde te desempeñas.

Fuente:
http://manuelgross.bligoo.com/20111021-10-caracteristicas-comunes-de-las-personas-altamente-exitosas

jueves, 12 de noviembre de 2015

Cómo levantarse temprano y de buenas para ir a trabajar




Levantarse temprano sin duda es uno de los propósitos más populares entre la mayoría de la gente, pero también uno de los más difíciles de mantener.
Es uno de los primeros hábitos que debemos adquirir si queremos generar cambios importantes en nuestra vida.
No empezar el día con estrés y llegar corriendo al trabajo. Desayunar mejor o hacer algo de deporte por la mañana. Tener más tiempo para trabajar en tus proyectos. Para todos estos propósitos y muchos más, lo primero que tenemos que conseguir es levantarnos más temprano por la mañana.


1. MOTIVACIÓN Y FUERZA DE VOLUNTAD
Lo más importante es buscar la motivación para convencerte de que te quieres levantar más temprano. Piensa por qué lo haces y lo que conseguirás. Más tiempo para hacer cosas, más energía, desayunar tranquilamente. Utilízalo para motivarte.
Deberás entrenar tu fuerza de voluntad para luchar contra esa vocecita interior que te dice “quédate 5 minutos más”. El truco es no escucharla, o si la escuchas, piensa que no eres tu, que tú quieres otra cosa.
Creo que el gesto de levantarse de la cama, cuesta lo mismo 15 minutos antes que después, ¡exactamente lo mismo! Así que ¿por qué atrasarlo? Solo conseguiremos sentirnos peor con nosotros mismos por no haber cumplido nuestro propósito. Una vez que te has levantado, no es tan malo
Si se te olvida fácilmente tu motivación, puedes ponerte recordatorios. Ponle nombre a las alarmas en el mévil: “Estar más sano y más guapo!”, “Sacar un sobresaliente”, “¡Conseguir más clientes!” o “Hoy es un día especial”. O deja notas en la mesita de noche, espejo del baño o incluso en el  frigorífico. Te ayudarán a tener siempre presente tu objetivo.

2. ACUÉSTATE ANTES
No puedes pretender seguir acostándome a las 12 o a las 1 de la mañana y levantarte a las 6. Tienes que intentar acostarte un poco antes.
Piensa que normalmente las últimas horas del día son las menos productivas ya que la mente está cansada de todo el día. Si te vas a dormir antes, probablemente le quites tiempo a la televisión o las redes sociales, y lo cambies por tiempo productivo que ganarás por la mañana. Cuando veas lo despejada que está tu mente por la mañana, y la energía que tienes después de desayunar para hacer cosas productivas, te motivarás para seguir haciéndolo.
Por supuesto hay gente que está más inspirada para trabajar por la noche, y prefieren acostarse tarde haciendo algo productivo. Cada uno tiene que buscar su mejor momento.

3. RELÁJATE ANTES DE DORMIR
Para ayudar a conciliar el sueño más fácilmente es bueno tener una rutina nocturna. Cenar ligero y al menos 1 hora antes de acostarte facilitará el sueño.
También es recomendable no usar aparatos electrónicos un rato antes de dormir, así el cuerpo va “desconectando” y después es más fácil conciliar el sueño.
Lo mejor es leer un rato en la cama. Aprovecha para leer ese libro que nunca tienes tiempo y te aportará mucho más que Casados a primera vista.


 
4. EMPIEZA POCO A POCO
Si normalmente te levantas a las 8, pretender levantarte de golpe a las 6 de la mañana va a ser muy difícil. Puede que el primer día lo hagas, pero estarás muy cansado y los siguientes días tu cuerpo te pedirá volver al horario al que está acostumbrado.
Para afianzar bien el hábito, lo mejor es ir poco a poco. El primer día pon la alarma 15 minutos antes, el segundo día, repite 15 o sube a 20 minutos. Y así hasta llegar a la hora a la que te quieres levantar.
Los primeros días deberías intentar hacerlo incluso los fines de semana, para acostumbrarte, luego te puedes permitir fallar algún día.

5. ABRE LAS PERSIANAS
Durante la primera semana en San Diego sufrimos bastante el Jet Lag y nos despertábamos a las 5 de la mañana. Nuestro cuerpo estaba acostumbrado al horario de España. Ya nos hemos ido haciendo a esta zona horaria, pero aun así, nos despertamos todos los días sobre las 7 sin demasiado esfuerzo. Y una de las causas más importantes es que aquí no hay persianas y la luz entra por la ventana desde que amanece.
Cuando duermes el cuerpo segrega melatonina, la hormona del sueño. La luz solar interrumpe está producción, así que el cuerpo comienza a despertarse solo sin que te des cuenta, y de una forma natural y relajada.
Cuando amanece temprano es fácil hacerlo, el problema ocurre cuando te tienes que despertar antes de que amanezca, en invierno por ejemplo. Para esto funcionan bastante bien los despertadores solares, que simulan el amanecer desde una media hora antes de la hora programada.
Nosotros en Madrid teníamos uno que nos encanta. Ilumina la habitación entera como un amanecer y además tiene sonidos relajantes como agua y pajaritos; nada que ver con el clásico biipp biippp!


6. ¡DESPIERTATE MOTIVADO!
No es bueno levantarse corriendo y con prisa, date unos minutos para despertar tranquilamente y ve poco a poco encontrando esa motivación necesaria para saltar de la cama.
Piensa en tus objetivos, ponte la radio o una canción que te guste alegre y movida, y verás cómo tu estado de ánimo cambia totalmente. ¡Incluso puedes bailar!
Ver frases motivadoras también ayuda. 
Otro hábito muy bueno por la mañana es dedicar unos minutos en la cama a agradecer por lo que tienes. Pensar 3 cosas buenas te ayuda a ponerte en una actitud de gratitud y saldrás de casa con una sonrisa con la que es mas fácil afrontar el resto del día.
 
7. MUÉVETE
Endorfinas!! Que mejor manera de empezar el día que con estas hormonas de la felicidad. Activarás tu cuerpo y tendrás energía y motivación extra para el resto del día.
El ejercicio no solo te hace pensar mejor, estar más sano y más feliz (científicamente probado), también te ayuda a prevenir y combatir el estrés.
No hace falta que salgas a correr una hora o que vayas al gimnasio. Incluso una pequeña rutina matutina de 10 minutos es suficiente. Puedes hacer:
  • Estiramientos, flexiones, abdominales, sentadillas, triceps, …
  • Rutinas de Yoga de estiramientos estáticos o movimientos dinámicos como el saludo al sol.
8. DESAYUNA BIEN
Lo primero que nuestro cuerpo necesita después de 7 u 8 horas durmiendo es recuperar nutrientes. Tómate tu tiempo para un buen desayuno equilibrado y comenzarás el día con energía suficiente para afrontar cualquier reto. Importante incluir proteínas en tu dieta.
Además desayunar bien ayuda a mantener el peso ya que evita que estés comiendo constantemente a lo largo del día.
Crea una rutina y estarás deseando el desayuno cada mañana. No hay nada como tener tiempo por la mañana para prepararte un desayuno propio de fin de semana.
Mientras desayunas, aprovecha para repasar tu lista de tareas, escuchar podcast inspiradores de Bloggers a los que sigues, o simplemente no hacer nada y disfrutar del desayuno practicando mindfulness.


9. CÓMETE ESE SAPO PRIMERO
Tras desayunar y hacer ejercicio estás listo para empezar el día.
Aprovecha esa energía y claridad para hacer la tarea más complicada, tu sapo, primero. Como dice Brian Tracy en su libro de productividad: Eat that frog!
Elige una tarea importante cada día, una tarea que te acerque a tus objetivos. Empieza el día con esa tarea y termínala.
¡Ojo! No cometas el error de confundir proyecto con tarea. Si pretendes afrontar una tarea muy compleja, probablemente acabes procrastinando porque no sepas por donde empezar. Una tarea es algo concreto, definido, que puedes empezar y acabar en un periodo de tiempo no muy largo. Si tienes esto claro y aprendes a dividir proyectos en tareas concretas serás más productivo.

Cuando veas que has terminado tu tarea importante y todavía te queda el día entero por delante, te sentirás genial.
Despertarse antes por la mañana tiene una gran cantidad de beneficios. Según estudios, las personas madrugadoras son más proactivas, se anticipan a los problemas y planifican mejor que las personas que se levantan más tarde.
Tener más tiempo productivo para avanzar en tus objetivos, hacer ejercicio, o estar con la familia y amigos, vale la pena.

Fuente: masymejor.com